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Para definir cuál es la nariz ideal de un paciente, el médico realiza un estudio preliminar de su rostro. Un trabajo personalizado en el que se tiene en cuenta la armonía facial. Aunque el estudio es personalizado, podríamos decir que existe un tipo de rinoplastia para cada forma de nariz.

Los más frecuentes son:

  •  Narices grandes En estos casos, los pacientes suelen exigir rinoplastia de reducción. Su objetivo principal es equilibrar el tamaño de la nariz con el resto de los elementos de la cara. La operación generalmente modifica las fosas nasales cuando son muy anchas, las puntas de la nariz demasiado prominentes o gruesas y los puentes cortados.
  • Narices sin proporción. Para estas ocasiones se realiza un aumento de la rinoplastia. Esta intervención tiene como objetivo lograr una mejor definición de la nariz en su conjunto o en algunas de sus partes. Por lo general, afecta el cartílago y, a veces, involucra injertos, por lo tanto, es necesario un estudio específico del área que incluya datos sobre el tipo y el grosor de la piel.

En cualquier caso, esta clasificación es muy general y se extiende con diferentes subdivisiones teniendo en cuenta los aspectos cualitativos y cuantitativos.

Los más frecuentes son: variaciones en longitud y anchura, la forma de la nariz y / o la posición de la misma.