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La tendencia a realizar la genitoplastia se está volviendo cada vez más popular y aceptada porque la cirugía plástica ha evolucionado significativamente en términos de técnicas seguras, rápidas y menos traumáticas en los últimos años. Hoy en día, la tendencia a someterse a una cirugía íntima ha aumentado porque es mucho más conocida gracias a su realización exitosa cada vez más frecuente. Esta tendencia se aplica tanto a hombres como a mujeres para responder a diversos problemas y está marcada por razones estéticas subjetivas principalmente o por razones médicas y funcionales.

Entre las cirugías genitales más frecuentes de los últimos años para pacientes femeninas se encuentran aquellas que buscan devolver la comodidad sexual a la pareja, la extensión del punto «G», así como cirugías correctivas de malformaciones, incontinencia urinaria, prolapsos, impotencia sexual, disfunción eréctil , incontinencia urinaria pos prostatectomía, etc.

En el caso de los pacientes masculinos, los más comunes son el pene de plástico, reducción de la piel del escroto, corrección de curvatura o pene corvo, vasectomías, hipospadias, malformaciones, genitales ambiguos, tratamiento de varicocele entre muchos otros; así como cirugías y tratamientos para la disfunción sexual masculina, también conocida como eyaculación precoz.

Según los datos de la Sociedad Internacional de Cirugía Plástica y Estética (ISAPS), la tendencia a realizar la genitoplastia predomina en América y Europa. Estados Unidos ocupa el primer lugar, seguido de México, Argentina en tercer lugar y España como el cuarto país en el mundo donde se realizan más cirugías estéticas y las mujeres ocupan el primer lugar con respecto a estos procedimientos.

Los expertos dicen que la cirugía íntima o la genitoplastia es una cirugía que últimamente se está volviendo más popular entre las mujeres, que son cada vez más solicitadas por las mujeres cada vez más jóvenes y por razones principalmente personales que médicas, por querer aumentar la confianza en sí mismas, por sentir molestias en los genitales. en el momento de la actividad sexual o el deseo de embellecer o rejuvenecer sus genitales externos y, a menudo, querer ocultar complejos íntimos.

En España, por ejemplo, las niñas pueden realizar cirugías después de los 18 años y, en casos de pacientes menores de esta edad, solo pueden realizarse con el consentimiento de los padres y con razones psicológicamente comprobadas y justificadas.

En cuanto a razones médicas, hay casos en los que se aplican estas cirugías porque hay enfermedades o alteraciones que comprometen el área de los genitales, como tumores, infecciones, quistes, entre otros. Por otro lado, también existe la necesidad de realizar una genitoplastia con fines estéticos por parte de personas transgénero como parte de su confirmación de sexo. Estas personas no se identifican con el sexo con el que nacieron biológicamente, por lo que deciden someterse a esta intervención y que en estos casos se conocen como «genitoplastia feminizante» para mujeres transexuales y «genitoplastia masculinizante» para hombres.

También se conocen como cirugía de reasignación de sexo o género y cirugía de reconstrucción o reasignación genital. Además, según la Asociación Española de Cirugía Plástica Estética (AECEP), esta es otra de las cirugías que cada vez se solicita más y hasta se acepta en la sociedad actual gracias a la normalización de la transexualidad en muchas áreas.